cancer y entorno laboral

Cómo gestionar el cáncer en el entorno laboral

El diagnóstico de cáncer genera un impacto en la salud física y emocional del paciente. Por ello, una vez que se ha afrontado el diagnóstico y todo lo que va a conllevar para la salud y para el entorno personal y familiar, queda un nuevo reto por gestionar: cómo gestionar el cáncer en el entorno laboral. Son muchas las preguntas que se deben gestionar sobre este tema. Para ello, en este artículo os damos respuesta a algunas de ellas.

Cómo gestionar el cáncer en el entorno laboral

Cuando nos enfrentamos ante un diagnóstico de cáncer nos surgen diversas preguntas acerca de si debemos o no comunicarlo en el ámbito laboral, si será necesario coger una baja médica o si las secuelas de la enfermedad o de los tratamientos van a perjudicar a nuestra capacidad laboral.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer nos dan respuesta a algunas de estas preguntas que debemos tener en cuenta si nos enfrentamos a una situación similar. En primer lugar, debemos tener en cuenta que no existe obligación alguna de comunicar y compartir todos los detalles del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad con su superior. No obstante, mantener una comunicación bidireccional y honesta con él puede hacerlo todo mucho más fácil, sobre todo en el momento de buscar apoyo. De este modo, antes de comunicar la noticia, debemos plantearnos qué queremos decir con exactitud y cómo hacerlo. Para ello, nos vendrá bien anotar de antemano cualquier pregunta e inquietud previa, así como, después de dicha conversación, sería conveniente anotar cualquier cambio acordado acerca de cómo desarrollaremos nuestro trabajo.

Trabajar durante el tratamiento

En la actualidad, cada vez son más los empleados que siguen trabajando mientras reciben tratamiento oncológico o que se reincorporan una vez finalizado. No obstante, son varios los factores que van a indicar si el paciente puede trabajar o no durante este proceso, tales como las recomendaciones del equipo médico, el tipo y estadio del cáncer, el tipo de tratamiento y sus efectos secundarios. Esto sumado al tipo de trabajo y las políticas de la empresa en términos de indemnización por enfermedad, ausencia laboral y salud laboral.

En esta situación, lo ideal es hablar con nuestro superior y con el departamento de Recursos Humanos (si lo hubiera) acerca de las opciones que tenemos para encontrar un equilibrio entre el trabajo y el tratamiento. Posibilidades como la reducción de jornada, el teletrabajo o cualquier otra adaptación que nos permita trabajar de manera eficaz durante el tratamiento.

Reincorporación al mundo laboral

Si durante el tratamiento oncológico nos hemos tenido que someter a una baja médica, es posible que nos agobie el momento de reincorporarnos al mundo laboral. Por ello, resulta esencial comunicar de manera proactiva cuáles van a ser nuestras necesidades a nuestros responsables, supervisores y compañeros para facilitar un correcto proceso de reintegración.

Por otro lado, si no nos sentimos seguros de nuestra capacidad de reincorporarnos completamente al trabajo, es importante que hablemos con nuestro responsable/supervisor de las posibles opciones y ajustes temporales, como por ejemplo tareas más livianas, reincorporación gradual al trabajo, tiempo parcial, etc. Para ello, también es importante informar previamente a nuestro empleador acerca de los efectos secundarios del cáncer y los tratamientos que podríamos experimentar para que pueda realizar ajustes y modificaciones razonables en nuestra carga de trabajo.

Impacto económico y laboral tras un diagnóstico de cáncer

Como hemos visto, el diagnóstico de cáncer no solo es un impacto para la salud física y emocional del paciente, sino que también tiene consecuencias laborales y económicas. Además, según el informe del Impacto del cáncer en España realizado por el Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer, la situación laboral de muchas personas se ha visto empeorada, ya sea porque se han visto obligadas a abandonar su trabajo, a hacer cambios en el mismo o, incluso, a reducir su jornada de trabajo, lo que ha supuesto una importante pérdida de ingresos. Esto ha supuesto un aumento de la dependencia económica de terceras personas (familiares y amigos) en casi un 20% de los casos.

No cabe duda que la situación sociolaboral durante el diagnóstico oncológico condiciona las consecuencias que la enfermedad va a tener en los diferentes aspectos de su vida, pudiendo resultar este diagnóstico un causante de riesgo socioeconómico para la subsistencia de la persona y su familia. Tal es así que, según los datos del informe del Observatorio, se estima que el 10% de las personas que fueron diagnosticadas de cáncer en España durante el año 2021 tuvieron una situación de vulnerabilidad socioeconómica en el momento del diagnóstico.